miércoles, 19 de abril de 2017

MI EXPERIENCIA MADRUGÁ SEVILLA 2017

No sé si esta entrada llegará a ser publicada o si alguien la llegará a leer, soy consciente de que este blog no tiene nada que ver con una columna de sucesos ni nada por el estilo, pero es mi blog y necesito compartir de alguna manera las cosas que esa noche viví ahora que han pasado unos días.



Para ponernos en situación, soy una gran admiradora de la Semana Santa y todo lo que conlleva pero estoy acostumbrada a que las procesiones que hasta este año había visto, duren un máximo de 4 horas y que en estas pasen todas las cofradías y hermandades del pueblo unas detrás de las otras, en el mismo itinerario.

Como anteriormente he dicho alguna vez, este año ya viajé a Sevilla y he de decir que nos advirtieron de lo que podía pasar, pero en ningún momento imaginaban la magnitud. Nos recomendaron ver la Madrugá a partir de las primeras horas de la mañana y disfrutar de la vuelta de las hermandades y cofradías. 
Teniendo en cuenta nuestra costumbre decidimos esperar para ver pasar al primer paso que abre la Madrugá en Sevilla en el mismo puente de Triana como si fuese a ser media hora y ya de ahí decidir qué hacer. Una vez visto el primer paso y viendo la hora, sabiendo que no íbamos a ser capaces de dormir dos horas y levantarnos para volver a salir, decidimos ir a ver al Gran Poder a su paso por el Arco del Postigo y ya de ahí decidir realmente qué hacer. 

Antes de seguir, diré que durante estos días he leído comentarios tipo "Vaya exagerados", "No es para tanto", entre otros similares... yo a eso sólo puedo decir que NO ESTUVIERON ALLÍ.
Por desgracia, vivimos en una situación de tensión global en la que cualquier cosa que nos suene fuera de lo normal puede sembrar el pánico, ahora bien, una cosa es escuchar un ruido que podamos interpretar de alguna manera y otra que gente quiera sembrar ese miedo, porque en este caso fue así.

Como he dicho, decidimos ir a la zona del Arco del Postigo. Llegamos hasta allí, y como aún quedaba para el paso del Gran Poder decidimos salir de la calle ya que agobiaba un poco y nos quedamos viendo la procesión desde la Avenida de la Constitución, donde seguía habiendo gente pero al haber más espacio no agobiaba tanto y creo que es la mejor decisión que pudimos tomar en toda la noche.
De momento, de la nada sentimos como unos segundos de murmullo y seguidamente pasos fuertes y rápidos, vimos a muchísima gente que venía corriendo, mi amiga gritando que corriese y no te queda otra opción. Mientras corríamos, sin entender, veíamos como otra avalancha bajaba por el Archivo de Indias. En el momento que paras no te sientes cansada, te sientes angustiada. Porque no se entiende nada, yo fui uno de los tantos ataques de ansiedad que hubieron esa noche, una de las que tanto lloraba y en ese momento yo sólo podía decir que quería irme a casa, no me salía nada más.
Decidimos ir por el paseo de las Delicias, ya que es muy amplio y es por donde mejor sabíamos llegar al piso.
Conforme avanzábamos hacia el puente nos extrañó la cantidad de gente que venía hacia a nosotras pero pensamos que ya había acabado de pasar la Esperanza de Triana y la gente se iba a ver otra. Ya andando veíamos a gente que al igual que yo lloraba, sólo se escuchaba a gente hablar por teléfono diciendo "Donde estás?", "Estás bien?" y una vez llegamos a la altura de un grupo de ambulancias vimos a tanta gente en el suelo con ataques de ansiedad, taquicardias, llantos... pero no entendíamos nada, una zona no tenía nada que ver con la otra.
Aun sabiendo lo mal que está hacerlo, cruzamos la procesión, no íbamos a poder aguantar hasta que finalizase y no encontrábamos sitio por donde cruzar. El ambiente no era nada agradable, y una vez cruzada la procesión, diría que unos 10 pasos, sólo recuerdo gritos, gritos de pánico, miedo y más gente corriendo. La gente no sabía hacia donde iba, sólo gritaban que corriésemos y si en ese momento te paras te arroyan. Nos metimos por una calle esperando a que pasase toda esa tensión y cuando fuimos a salir hacia la calle principal, de nuevo otra. La gente se tiraba a la carretera por la que los coches pasaban, madres que habían perdido a sus hijos, llantos, muchos nervios y de repente otra vez. Más gritos, más gente corriendo, un horror porque recuerdo poco más.

Aunque como he dicho antes nos habían advertido, hasta que no ves a la gente correr de esa manera hacia ti no eres consciente del significado real de una avalancha.
He intentado resumir al máximo mi experiencia para no hacerlo pesado, pero de la misma manera intentar que por un momento se pueda sentir esa tensión, pánico e incertidumbre entre mil cosas que se sienten.

Al igual que mucha gente que ha subido sus vídeos, sus opiniones escritas... pienso que lo que queremos es que se haga justicia. Porque esa noche no nos la van a devolver, pero esto no se puede permitir y menos repetir. Estamos hablando de la noche grande de una Semana Grande en una ciudad tan bonita como Sevilla y no hay derecho a que tanta gente sigamos con el miedo en el cuerpo, heridos o niños que no van a querer volver a esta procesión. Que no consigo entender qué es lo que a alguien le puede llegar a pasar por la cabeza para hacer algo así. Está claro que ninguna madre de ninguno de ellos estaba viendo las procesiones con ellos, lo mismo de ser así hubiesen recapacitado o pensado por un momento como seres humanos ya que no les hubiese gustado ni imaginar como hubiese sido si le hubiese pasado algo.
¿No te gusta la Semana Santa? Quédate en tu casa. ¿Quien les ha dado el derecho de crear avalanchas? ¿Dónde está la licencia para arruinar una noche que miles de personas llevan un año esperando? ¿Quienes se creen para crear ese temor? Se merecen un castigo, un escarmiento importante. Bastantes cosas malas están pasando en el mundo como para que encima vengan a inventárselas. Han jugado a ser terroristas, han sembrado miedo, que paguen como eso mismo, que la gracia no la encuentro por ningún sitio. Esto ya no se trata de creencias, no tiene nada que ver con ideas políticas ni gustos, esto se trata de respeto y humanidad, que no han tenido.

Sé que volveré a Sevilla en Semana Santa y la recomiendo a todo el mundo porque es algo espectacular, indescriptible. Es algo que hay que vivir, pero pongo bastante en duda salir esa noche.



Muchas gracias por leer.











No hay comentarios:

Publicar un comentario